lunes, 6 de abril de 2009

Madrid, un cambio de chip


Un finde en la capi merecía una entradilla, aunque sea a modo de recuerdo, porque creo ha sido la primera vez que he ido y he vuelto con buen sabor de boca, aunque con dolor de espalda y de culo del bus, pero bueno, culo veo, culo quiero, y.. culo aguanto...

Si empiezo por decir que mi odio por las hamburguesas, concepto que he ya había empezado a cambiar recientemente, ha tomado definitivamente una nueva forma tras degustar una delicatessen que estoy segura mantendrá el liderazgo gracias al quesazo de cabra con arándanos... Lástima de las carencias "cerveciles", eso sí...

Cambiando un poco de tercio supongo que nadie diría que, tras leer mi anterior entrada, uno de mis sueños era ir al zoo; y, aunque suene a topicazo, ver un osito panda.
Como ya se va intuyendo este escritillo no va a ser una superentrada con parrafada densa y tediosa, así que se admiten insultos por ello y por lo ñoña que pueda parecer en los siguientes párrafos. Así pues, implemente me apetecía subir una fotillo del "pequeño" pachón que sacaba mi sonrisa de niña y que con sólo verle comer no podía evitar soltar un "qué monooo!".

En realidad, podría dedicar un parrafillo a muchos animales, y tengo que dar la razón a más de uno acerca del tigre siberiano, y no tanto acerca de las jirafas, que no son tan adorables como los panda, pero oye, ahí están, llegando llejos sin esfuerzo.

Y como somos asi de classys, y no podríamos conformarnos con patear y fotear Madrid, acabamos haciendo cola para ver un reportaje de NY. Tengo que decir que sirvió todavía más para despertar mi curiosidad y ganas de ir. Pero bueno, confío que alguien cumpla la promesa y algún día me guíe entre sombras de rascacielos, tal vez montada en uno de esos Aston Martin deportivísimos y melena al viento.. y.. ¿qué pasa?soñar es gratis, igual de gratis que con ir al zoo.

La noche. La noche nos llevó a ver una de las mejores obras de teatro ever. Sí, tal vez no fuera el edificio más chic de Madrid, ni el decorado tan espectacular como en otras representacioes; pero sin lugar a dudas, la tensión emocional estuvo presente de principio a fin de la obra. Días de vino y rosas, que con un vino más bien avinagrado y unas rosas que no han sido despojadas de las espinas, sería uno de mis 10s en FilmAffinity si se pudiera entrar a valorar algo dentro de este estilo.

Seguiría escribiendo, pero se me hace tarde, y noto que hoy la inspiración anda un poco escasa, Pero bueno, no querría olvidarme del Palacio Real, que como todo lo real, realmente está muy recargado, y ciertamente es algo que como mucho impresiona, puesto que ya no te puede sorprender. No obstante, mención especial a las salas que recogían el museo de armas: armaduras, mosquetes, lanzas, espadas que cuando menos dan cuenta de la fuerza que los todavía más pequeños españolitos tenían por aquel entonces.

Y bueno, creo que lo voy a dejar aquí. La próxima... quién sabe, igual vuelvo a hablar del tiempo, o igual acabo haciéndolo por hacerlo de algo, o igual me cago en él por fastidiarme algún plan. Pero esta vez le voy a dar tregua, porque gracias a este tiempo, el tiempo ha dejado de correr para cumplir un pequeño sueño.